los duques de Gales, antes duques de cambridge, le dan la mano a niños y niñas a través de una reja.  Jamaica, marzo 2022

¿Recuerdan la gira por Centroamérica de los duques de Cambridge en 2022? Aquella que estuvo plagada de protestas por el pasado colonial y las controversias raciales de la monarquía británica. Pues bien, les traigo de vuelta este artículo no sólo por su análisis político, sino porque la duquesa de Gales, Kate Middleton, ha vuelto a ser el centro de atención... por su ausencia.

Gracias por sus amables deseos y continuo apoyo durante los últimos dos meses.

Deseándoles a todos un Feliz Día de la Madre. C

📸 El Príncipe de Gales, 2024 pic.twitter.com/6DywGBpLLQ

– El Príncipe y la Princesa de Gales (@KensingtonRoyal) 10 de marzo de 2024

Sin embargo, ahora se desataron especulaciones para descifrar si la foto es reciente y real, o sólo un montaje. Mientras aparece la duquesa, vamos a recordar su gira por el caribe. ¡Disfruta! 

Racismo y Glamour

Irrelevante. Así fue calificado el papel de la corona británica tras la gira del pasado mes de marzo de 2022 de los duques de Cambridge por tres países del Caribe que fueron antiguas colonias en honor al Jubileo de Platino de la Reina Isabel II. No obstante, expertos y expertas aseguran que el objetivo principal era  disuadir a otros países de seguir el ejemplo de Barbados tras destituir a la reina como jefa de Estado para convertirse en una república.

Descontento y protestas

La gira que arrancó en Belice, tuvo que ser aplazada porque habitantes de  Indian Creek, una localidad de menos de 1.000 habitantes que actualmente está en disputa por los derechos de las tierras comunales, manifestaron que los Duques no serían recibidos en su territorio: “No Queremos que aterricen en nuestra tierra, ese es el mensaje que queremos enviar. Podrían aterrizar en cualquier lugar, pero no en nuestra tierra”, fue lo que dijo uno de sus líderes al enterarse que el aterrizarían en la cancha de fútbol y que no fueron consultados sobre la decisión.

El recibo en Jamaica fue políticamente más beligerante y organizado. Días antes, 100 académicos, políticos y figuras culturales firmaron una carta abierta en la que pedían a la familia real y al gobierno británico una disculpa y el pago económico con multas reparadores por el comercio de esclavos y el sometimiento a la isla. En Bahamas se les pidió pronunciar  "una disculpa total y formal por sus crímenes contra la humanidad" .

Fantasmas del pasado:  Escándalo de Meghan Markle, generación Windrush y legado colonial  

La narrativa usada durante la gira apelaba a un exotismo sobre la realeza ya superada y a una nostalgia que nadie añora: una pareja paseando por Kingston en un Land Rover descubierto. Él, de traje militar y ella impecablemente de blanco, la misma imagen que dio la reina Isabel en 1962. La misma imagen 60 años después. 

Representación de los duques de Cambridge Creada con Ideogram AI

Y así, sin interpretar adecuadamente los tiempos ni los procesos de los países que visitaban, saludaron a niños y niñas a través de una reja, se tomaron fotos con una estatua de Bob Marley mientras cantaban sus temas que hacen referencia a la libertad y los derechos. Un desastre ridículo.  

Por ese tiempo, la firma británica había tenido el escándalo por la salida de Meghan Markle, esposa “de raza mixta” -como le dicen allá- del príncipe Harry, víctima del matoneo mediático y sistemático por tabloides londinenses, ante el silencio cómplice y perturbador de la corona. Las razones a la violencia pasaban por su origen -mamá negra- su condición de mujer autónoma, con voz y criterio, verlos de forma horizontal y su nacionalidad. Posteriormente supimos que a integrantes de la familia les preocupaba el color de la piel de su hijo mayor que aún no nacía y otras bochornosas confesiones. 

Integrantes de la firma aseguran que no hay tal, pero lo cierto es que incluso existen documentos en los que Buckingham, había prohibido que minorías étnicas ocuparan cargos públicos, sólo se les permitía ocupar trabajos domésticos. 

Como represalia al desafío de la pareja, la firma otorgó todo tipo de sanciones ejemplarizantes, así los demás sabrán qué puede pasar si alguien más se atreve a retarles. De nuevo, una decisión tomada para un tiempo pasado. 

También estaba muy fresco en la memoria, la generación Windrush: ciudadanos de la Commonwealth que llegaron entre 1940 y 1970 a reconstruir el país devastado por la guerra, tras la promesa de una vida nueva. Ya en el siglo XXI y con la decisión política de incrementar el número de deportaciones forzadas, las mayorías que llegaron con la reconstrucción terminaron volviéndose inmigrantes ilegales, muchos deportados luego de años de vida y de familias constituidas en el Reino Unido. Una humillación y una tragedia.

Memoria histórica

Afloró con vehemencia, el recuerdo de la caída de la esclavitud, el colapso de las plantaciones bananeras y la corona rescatando explotadores blancos, reparando sus pérdidas económicas y dejando a las negras y negros recién liberados en la pobreza. Todo mal.

El colonialismo, la esclavitud y el racismo, dejaron legados dolorosos en la historia humana y durante la gira, los países recordaron el pasado británico del comercio de esclavos, las fortunas que los miembros de la familia real hicieron con la explotación y el maltrato a esclavos secuestrados  en África para ser instalados en América, y es que adultos mayores pueden rastrear en sus generaciones pasadas hasta la esclavitud, memorias terribles que están en la historia a la vuelta de la esquina.

Las sociedades del caribe son mayoritariamente negras y sus países tienen estas características neo coloniales, donde la riqueza está en manos de gente blanca indebidamente privilegiada y mantenidas en los últimos años en torno a una sensibilidad alrededor de la gran familia imperial, una familia desigual donde no se comparte la riqueza.

Estaba fresco en la memoria el asesinato a manos de un agente policial del ciudadano negro norteamericano George Floyd, desatando el fenómeno del derribamiento de estatuas de antiguos esclavistas europeos. Mientras tanto, la población comprendía que la entonces jefa de estado, la reina Isabel II, les obligaba a gestionar el trámite de visa cada vez que querían visitar el Reino Unido. Esto contrastaba con la soledad y escasez que vivía la Commonwealth. La población salía del trauma de la pandemia por Covid-19 y recordaba el acceso desigual a las vacunas. Paralelamente, expresaban un profundo deseo de verdadera independencia. Todo esto, hizo recordar al pueblo de ancestros esclavizados durante 400 años a manos de la realeza británica. Fue así como la memoria histórica mostró que el imperio decae, languidece, se ve obsceno y patético. No importa que los tabloides que ridiculizan a Meghan Markle alaben la maleta de Kate en la gira o minimicen los símbolos coloniales asegurando que la pareja había "tocado corazones".

La buena noticia para la modernidad y la democracia, es que la visita acelera, definitivamente, los deseos de estas naciones de convertirse en repúblicas y la creación de estrategias que les permitan liberarse de la monarquía, de la explotación de la tierra y de sus recursos. 

La comunidad del caribe viene trabajando el tema de la reparación y tiene propuestas de cómo implementarla en la política actual. Los países del caribe insisten en el compromiso que deben tener Estados y monarquías de tradición esclavista como el Reino Unido, a que reconozcan más allá de palabras dulces, el daño ocasionado y asuman las consecuencias de las acciones que sus ancestros produjeron. La pobreza, la desprotección y la discriminación, son resultados de procesos históricos perversos y la corona, si quiere ser un interlocutor político válido, debe ponerse a la altura de los tiempos y corregir el daño que producen.